Problemas de eliminación de orina en gatos

Los problemas de eliminación de orina suponen una de las patologías más frecuentes de nuestros gatos domésticos y afecta sobre todo a machos .

Generalmente lo primero que hemos de determinar es si el animal tiene realmente un problema a la hora de orinar o es que lo hace en zonas distintas a las que habitualmente utiliza. En el primer caso es probable que se trate de un problema ligado a alguna infección o por acúmulo de cristales en las vías urinarias bajas, mientras que en el segundo caso se trataría posiblemente de una alteración del comportamiento de marcaje del animal.

Muchas veces no es fácil discernir estos problemas y es muy frecuente que se den de forma solapada unos con otros. Así, un gato que al ir a su caja para orinar sienta una sensación desagradable, por ejemplo por una infección de vías urinarias bajas es muy posible que asocie el hecho de ir a ese determinado lugar con una experiencia desagradable y elija otros lugares de la casa para hacer pipi.

Así pues una vez que hemos intentado reconocer los síntomas, lo habitual es que los veterinarios hagamos una serie de pruebas que generalmente consisten en análisis de orina (bioquímica, sedimento y cultivos), así como radiografías y ecografías de abdomen para descartar patologías como infecciones, cálculos o tumores.

Un problema muy habitual en gatos machos, sobre todo castrados, de hábitos sedentarios y alimentados con piensos comerciales son la aparición de cálculos que llegan en muchos casos a taponar de forma total la uretra de los gatos, por lo que deben ser sondados, prefundidos y hospitalizados durante unos días. Esta alteración es muy común y solemos tratar a estos animales con unas dietas que logran evitar la formación de más cálculos e incluso la destrucción en algunos casos de los ya existentes. Sin embargo la alimentación especial hay que darla de por vida a estos animales y con frecuencia muchos propietarios desisten de utilizar estos alimentos con lo que es común tener recidivas. Si las obstrucciones se repiten de forma intolerable a pesar del tratamiento médico y dietético, existe la posibilidad de utilizar la cirugía, aunque las técnicas suelen ser agresivas y no siempre son bien aceptadas por los propietarios.

Si la causa del problema es de naturaleza infecciosa (frecuentes también, sobre todo en gatas), se tratarán con antibióticos, que como mínimo habrá que dar durante 18-20 días. Si los motivos son otros como alteraciones neurológicas o tumores se tratarán también de forma adecuada, mediante cirugía, medicación y quimioterapia.

Por último, están las alteraciones del comportamiento de eliminación, que suponen un porcentaje muy alto de estos casos. En muchas ocasiones llegamos a esta conclusión tras hacer todo tipo de pruebas, algunas de ellas de cierta complejidad como las radiografías de contraste renal endovenosas o de vejiga y uretra. Dentro de estos problemas existe un gran abanico de alteraciones, de las que ya hablaremos en otro artículo y no siempre es fácil dar con el diagnóstico y el tratamiento adecuado. En relación con la alteración de que se trate solemos aconsejar la castración si es un problema claro de marcaje sexual o determinadas medicamentos con acción antidepresiva u otras drogas si se trata de problemas de stress u otras patologías, combinadas con diferentes medidas de refuerzo positivo de las conductas adecuadas, así como la colocación de diferentes tipos de aseos gatunos en distintas colocaciones del hogar.

Av. Costa Cálida Nº 31 - CP 30860 Puerto de Mazarrón (Murcia)