Situación legal de la Leishmaniosis

La leishmaniosis es una enfermedad  producida por un parásito y transmitida por un vector (un pequeño mosquito conocido como phlebotomo). Como ocurre con otras muchas plagas transmitidas por vectores  , tanto en personas como en aninales , la leishmanosis canina se encuentra en proceso de expansión dado que cada vez hay mayor número de plebotomos y en muchas  áreas se ha incrementado notablemente la población de perros y sobre todo porque no existe ningún tratamiento eficaz para su prevención , ni vacunas, ni quimioprofilaxis.

La elaboración de vacunas contra enfermedades parasitarias es muy difícil en cuanto representan un mosaico de antígenos que estimulan el sistema inmunitario, además en el caso de la leishmaniosis la respuesta inmunitaria adecuada es de tipo celular ( no mediante la fabricación de anticuerpos), lo que complica más aún la cosa. A día de hoy se han ensayado un buen número de antígenos y protocolos de inmunización: así se ha utilizado el parásito completo muerto o fracciones del mismo, parásitos vivos atenuados, péptidos síntétcos, proteinas sintéticas y recombinantes, ADN,  antígenos no proteicos , así como inmunogenos expresados por virus o bacterias, sin éxito ninguno. Existe comercializada una vacuna en Brasil, basada en un antígeno recombinante, sin embargo confiere un porcentaje de inmunidad escaso y produce fiebre , astenia y severos problemas cutáneos en un alto porcentaje de perros. Existen algunos ensayos avanzados de nuevas vacunas en la Unión Europea  que es posible que vean la luz en los próximos años.

La leishmaniosis puede afectar a las humanos, pero debido a su baja incidencia ( afecta solo a personas  con severos problemas de inmunocompetencia), las autoridades sanitarias, pienso que  no  están  tomando  esta enfermedad lo suficientemente en serio, aunque entre la población canina de algunas zonas tiene niveles dramáticos de  prevalencia. Las únicas medidas están orientadas a conocer la densidad de vectores ( plebotomos), mediante la colocación de trampas para mosquitos en determinadas áreas y el control serológico  de muestras de sangre que debemos mandar los clínicos a la Consejería de Sanidad.

En mi modesta opinión , creo que se deberían tomar medidas para el control de esta enfermedad , puesto que está afectando a un porcentaje muy importante de la población canina. Posiblemente se debería empezar por un control real de la población de perros errantes o perros sin dueño reconocido en la que los Ayuntamientos tienen toda la responsabilidad  .  Se debería proponer como obligatorio un control serológico anual en Otoño para ver si los animales están enfermos ( después de la época de máxima exposición al mosquito).  No sería mala idea que este control, por lo menos los primeros años contara con algún tipo de subvención pública. Creo igualmente que debería ser obligatorio el mantenimiento de medidas de control contra la picadura del mosquito utilizando algunos e los productos que tiene registro para este fin. Además considero que se debería fiscalizar de alguna manera el cumplimiento de estas medidas y además tendrían que ser los Ayuntamientos a  través de sus funcionarios y policias locales los que tendrían que hacerlo, aunque para ello deberían  destinar parte de sus recursos humanos y financieros para esta labor.  Por otro lado se  debería ejecutar un programa  a nivel nacional en el que estuvieran implicadas las clinicas y hospitales veterinarios, apoyado con fondos públicos para conocer la situación real de incidencia de la enfermedad en cada zona y la evolución de la misma.

Si todas las medidas anteriores se  llevaran a  cabo con  diligencia, posiblemente veriamos bajar los niveles de incidencia de la enfermedad. Sin embargo si no  se obtuvieran resultados adecuados en un plazo razonable, se podría establecer la eutanasia obligatoria de los perros postivos ( siempre y cuando se haya erradicado la presencia de perros errantes). Aunque esta medida parezca muy radical  e incluso difícil de legislar y aceptar por la opinión pública,  podría ser la única solución en determinadas zonas donde la incidencia de esta enfermedad es absolutamente dramática.

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