Asma felino

La bronquitis alérgica felina o asma es una patología respiratoria relativamente frecuente en los gatos.
Las manifestaciones clínicas varían desde episodios de tos o dificultad respiratoria leves e intermitentes hasta broncoespasmos agudos con cianosis y colapso.

El desencadenante es la inhalación de determinadas sustancias que aportan unas proteínas llamadas alergenos que desencadenan el desarrollo de una respuesta alérgica ( hipersensibilidad tipo I) , como consecuencia de la cual se produce una inflamación de las vias aéreas inferiores y el espasmo de la musculatura lisa bronquial y broncoconstricción.

Los síntomas más frecuentes son tos y respiración dificultosa, sin embargo, la presentación varía ampliamente tanto en la intensidad del cuadro clínico como en la duración del mismo. Pueden observarse desde episodios graves con crisis agudas de disnea, accesos de tos seca , disfunción respiratoria y falta generalizada de oxigeno a los órganos que requieren de tratamiento de urgencia, hasta brotes ocasionales y recurrentes de tos leve.
En el diagnóstico diferencial hemos de incluir bronconeumonias infecciosas ( víricas, bacterianas o fúngicas) o parásitarias, peritonitis infecciosa felina ( forma torácica), efusiones pleurales, neoplasias pulmonares, linfoma mediastínico, neumotorax y cuerpos extraños en vias respiratorias superiores y grandes bronquios.

La auscultación de gatos asmáticos suele ser normal, salvo cuando evidencian la crisis. Las radiografías pueden ser normales , aunque en casos graves observamos pulmones radiolúcidos ( hiperinflado pulmonar), lesiones de enfisema y atelectasia pulmonar.

El diagnóstico definitivo del asma es por lavado broncoalveolar. Para ello se anestesia el animal , introducimos un tubo traqueal a través del cual metemos a su vez una sonda más fina que se lleva hasta los bronquios y procedemos a irrigar con solución salina estéril atemperada y parte de la cual volvemos a recoger con jeringa .

Los gatos asmáticos tiene una elevada cantidad de eosinófilos en el líquido procedente del lavado bronquial.

El tratamiento dependerá de la gravedad de las lesiones. La forma aguda con compromiso respiratorio, se trata con corticoides endovenosos junto con broncodilatadores y oxígeno , que habitualmente administramos por sonda nasal o en jaula de oxigenoterapia.

En casos crónicos y más leves administramos corticoides por via oral y broncodilatadores ( habitualmente teofilina) durante largos periodos de tiempo.

El uso de inhaladores es complicado en gatos, por razones obvias. De todas formas existen en el mercado unas máscaras que se acoplan a la cara del gato y que pueden ser de utilidad en determinados animales.

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