Comportamiento destructivo

El comportamiento destructivo es una alteración de la conducta que entraña graves molestias para los propietarios de os perros que lo padecen.

Tendríamos que diferenciar esta patología en cachorros que suele ser autolimitada y está relacionada con hábitos de exploración del entorno . A diferencia de los humanos que podemos atrapar objetos con nuestras manos , los perros solo pueden coger las cosas que les producen curiosidad con su boca. Por otro lado durante el proceso de cambo de dentición que generalmente comprende desde los tres a los seis meses, el cachorro sufre dolor en sus encías que solo puede aliviar masticando y mordiendo . Para intentar minimizar estas conductas lo ideal es ofrecer a los animales juguetes adecuados a su tamaño , especialmente aquellos que emitan algún sonido y que sean resistentes y duros. En el mercado existen innumerable cantidad de estos juguetes , especialmente diseñados para cada necesidad.


Distinto es cuando el comportamiento destructivo tiene lugar en perros adultos. La mayoría de las veces va asociado a la ansiedad por separación , junto con ladridos , vocalización y eliminación inapropiada, de esta forma la destrucción de los objetos y los muebles de la casa se produce cuando el animal está solo , sin la presencia de los propietarios.


Esta alteración del comportamiento motivada en muchas ocasiones por una mala educación de los cachorros necesita de un tratamiento largo y costoso aunque de buen pronóstico en la mayoría de las ocasiones en el que combinamos un manejo con determinadas drogas ansiolíticas como la fluoxetina, clomicamina o aminotriptilina, con determinadas terapias comportamentales en las que se necesita la implicación del propietario entre las que se incluyen ejecutar la rutina de movimientos y gestos que solemos hacer antes de abandonar el domicilio pero sin hacerlo, así como dejar al animal solo muchas veces cortos periodos de tiempo e ir prolongando los periodos de ausencia . Es muy importante ignorar completamente al animal al irnos de casa así como a la vuelta e interaccionar con nuestro perro solo cuando se encuentra tranquilo y siempre llevando nosotros la iniciativa ( no cuando él nos lo demande). De igual forma estos animales suelen tener una relación de hiperapego con algún miembro de la familia que hay que ir disminuyendo en intensidad ignorándolo cundo nos siga, cerrándole la puerta de la habitación en la que estamos inpidiendole el paso, prohibiendo subirse a los sillones o las camas en la que están los propietarios e incluso con ejercicios de confinamiento del animal en presencia de los dueños durante determinados periodos de tiempo.


Tal como hemos dicho está patología del comportamiento tan traumática para los dueños , tiene buen pronóstico siempre que se aplique el tratamiento dictado por un profesional y exista una implicación activa de las personas que convivan con el animal afectado.

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