Enfermedad prostática

De igual forma que ocurre con los humanos, en los perros se presenta un crecimiento hiperplásico de la próstata entre los 6 y los 10 años. Este fenómeno es fisiológico, pero cuando el crecimiento es excesivo , los animales desarrollan signos clínicos entre los que se incluyen problemas para orinar y defecar y dolor abdominal. A veces concurrentemente con este cuadro benigno aparecen otras alteraciones de mayor gravedad entre las que están la metaplasia escamosa , la prostatitis bacteriana y el tumor de próstata.
El diagnóstico de la enfermedad prostática incluye palpación rectal, radiografías y ecografías de abdomen, examen citológico y bacteriológico de las secreciones uretrales, análisis de sangre y orina y en muchos casos aspirados con aguja fina de la glándula que hacemos generalmente bajo guía ecográfica .

El tratamiento depende de cada una de las patologías , pero teniendo presente que en todas ellas existe la influencia de las hormonas masculinas, la castración es fundamental para la prevención y el manejo de toda la patologías prostáticas. Por otro lado existen diferentes terapias hormonales con estrógenos o antiandrógenos para los casos de hiperplasia prostática. Teniendo presente que la estrogenoterapia tiene bastantes efectos adversos entre los que se incluye la aplasia medular ( anemia) y una exacerbación de los signos asociados a la enfermedad prostática por formarse grandes quistes ( metaplasia escamosa), que en su caso necesitaran ser drenados .

Cuando la próstata es invadida por bacterias se producen prostatitis infecciosas que necesitan de bastantes semanas de medicación con antibióticos y a veces dan lugar a abscesos intraprostáticos que en muchas ocasiones hemos de vaciar mediante cirugía o punción ecoguiada .

Los tumores de próstata tienen un pronóstico sombrio. Son siempre tumores primarios que dan casi siempre metástasis en los huesos adyacentes , especialmente en la cadera y responden mal a la quimioterapia. Además en los perros la resección completa de la próstata es muy compleja porque está intimamente unida la uretra y las prostatectomías parciales son muy sangrantes y no resuelven en absoluto el tumor.

Por tanto si su perro tiene más de 7-8 años y ha observado que tiene problemas para orinar, andar o defecar, sería conveniente una revisión de la próstata , pues es muy probable que tenga alguna patología de las descritas que necesitará de tratamiento adecuado y su animal vivirá mucho más feliz.

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